martes, 12 de junio de 2007

"NENE, TENEMOS QUE HABLAR..."


Terror! Eso siento cuando escucho esta frase, tanto si la digo yo como si la escucho de la boca de mi pareja. Se me forma una pelota en la misma puerta del estómago que me ahoga, mi corazón se agita y el vértigo hace de las suyas. El caso es que la sola pronunciación de la frase me enfrenta a algunos de mis temores, la soledad o la renuncia.

Esta es la frase previa. Es el aviso de la muerte anunciada, eh! pero sin drama, que no muere nadie, sí, vale, mueren ilusiones, sueños... pero lo cierto es que no recuerdo a nadie que realmente haya muerto por desamor... que no sean personajes literarios.

Pues bien, la sensación me resulta similar al pavor que sentía cuando en el colegio avisaban que habría jornada de vacunación; en ese entonces los pinchazos eran duros, no eran vacunas que se bebían de un gotero, no señor, y siempre te tocaba la enfermera gorda con cara de bulldog (sudorosa) que sin avisar pinchaba como si se tratase de una línea de ensamblaje –eso pasa por ir a colegio público, aysss mi padre con sus ideas progresistas y yo que me empeñaba en ser burgués, al final lo convencí de entrar a un privado jeje-; bueno, que me distraigo... esa sensación a la que me refiero como desagradable e inevitable.

Si hago recuento de mis experiencias, me doy cuenta que, salvo una ocasión, he sido siempre yo quien ha dicho “la frase previa” (esto agrega un poco de dramatismo de culebrón mexicano, me gusta) esto no me hace más valiente, es más, creo que he llegado a esas situaciones de forma casi obligada.


La última vez me ha costado mucho tiempo tomar la decisión de pronunciarla... me dolía -y aún me duele el recordar- sólo pensar en que la historia que vivía se pudiese acabar... me dolía pensar en la soledad... me dolía pensar en que nuevamente tenía que aprender a renunciar.

Parece que vivo aprendiendo a estar solo a base de convivir con otros. Que intento aprender a renunciar a fuerza de desengaños cuando soy yo el que se coge a un clavo ardiendo. Me han enseñado que cuando alguien muere debo tener “resignación”... pero, y cuando no hay muerte alguna? Qué debo hacer?... y es que es tan difícil vivir de otra forma a la que nos han enseñado y a la que fueron enseñados los nuestros.

Creo que es más difícil la renuncia que la soledad, quizás porque la primera puede implicar la aceptación de la segunda.

Hace poco más de dos semanas pronuncié “la frase previa”, hace dos días he empezado a renunciar... cuánto tiempo llevará? No lo sé, lo haré solo? No lo sé... pero sé que llegaré.

Sé que no lo parece, pero estoy contento, empiezo a sentirme mejor.


Al final me he puesto tonto eh! no lo he podido evitar... soy uno de esos “hombres de verdad”.

A vosotros, los amigos, gracias por estar ahí y por aguantar un año mi ausencia... os quiero.


Lo malo de que me haya ido es que he vuelto! preparaossssss


Banda sonora: "por qué te vas?" Versión neopunk de no sé quien con acento argentino y "Jodida pero contenta" versión de Concha Buika

8 comentarios:

Unknown dijo...

Bonito como siempre, un placer leerte.
La próxima vez prometo no fallar.

Anónimo dijo...

Peor que te digan esa frase es eso de quedarte con un palmo de narices sin una explicación previa, porque en este caso ni siquiera puedes rebatir o luchar por lo que quieres....

Aissss mi burguesito, que estoy encantada de verte con "tan buena honda güey"...... como ves, mis compis de curro están haciendo mella en mí.

Kisses miles

Rita Peich dijo...

Jomio de mi vida ... pues sí que estamos dolientes aún. Creo que la frase no es necesariamente presagio de algo malo o una ruptura (aunque muchas veces si). En ocasiones puede ser la puerta al exclarecimiento de algunas cosas que se llevan como latres, que oprimen los pulmones y la garganta

En cualquier caso, es siempre a la antesala a un circunstancia sin retorno. Mejor o pero, después de ese "nene, tenemos que hablar", las cosas ya nunca son las mismas.

Tómatelo en este caso como en el de la enfermera gorda y sudorosa de la vacuna. La situación es desagradable y uno intenta zafarse. Pero después del pinchazo y de la posible reacción de la vacuna, queremos pensar que el poquito de veneno que nos han inyectado es lo que nos hace más fuertes y nos prevee de males mayores.

Besos corasssson

Callista Floja dijo...

Has probado a sentarte frente al espejo y decir:

"Nene, tenemos que hablar".

Es buen momento para analizar, mirar atras, pensar que parte de culpa es tuya....

Hoy por hoy, creo que único que has perdido, son kilos.

Nicanor II dijo...

Rita, querida, no estoy tan doliente como parece, no olvides que por mi vena corre el culebrón mexicano. Que la frase no necesariamente presagia algo malo, bueno, quizás, pero casi siempre sale porqué algo no está bien o no se está realizando de la forma esperada.
Callista, tienes toda la razón en hacer ese ejercicio personal, lo estoy haciendo, de ahí el mea culpa, de "...soy yo el que se coge a un clavo ardiendo"
Lo de los kilos? jeje, no hay mal que por bien no venga, y lo guapísimo que me estoy quedando?? cosa que gano, jeje.
Besos pa ambos

Anónimo dijo...

Gon

Ahora que lo pienso, a mi nunca me han dicho eso de "tenemos que hablar", siempre he sido yo quien la ha soltado...

y a mi me encantan tu kilos, si bajas de los 100 ya sabes que dejarás de gustarme XDDD

besos, bonito del norte

Nicanor II dijo...

100 kilos?? tu me queires hundir?? hace muchoq ue rompí esa barrera, jaja, esto te lo haré pagar... a mi manera, jejeje

Anónimo dijo...

En esa balanza de los plazos, el corto y el largo, hay veces que debemos tomar pasos a través sendas difíciles y oscuras para llegar al valle equilibrado que habíamos perdido de vista. Y en esas sendas es cuando más patente se hacen las manos amigas... que no importa cuánto durará ese camino si se tiene esperanza que se ha de llegar!!

Yo mejor no recuento mis experiencias ¬¬ el resultado siempre ha venido ser el mismo. ¿Conoces ese poema de Gloria Fuertes? Y ahora mismo, por qué no pensar en todo lo bueno que ha de llegar!

En fin... escribo todas estas cosas, un poco tardes, pero con la mente despejada, y claro, luego me pasa lo que me pasa, que no sé como existen personas que leen lo que escribo :P

Besotes!!