viernes, 17 de octubre de 2008

ME GUSTA EL OTOÑO


Me gusta el otoño. Me gustan los árboles que van cambiando el verde de sus hojas por una bella combinación de amarillo, naranja y marrón. Me gusta sentir el viento que te recoge y te hace buscar abrigo. Me gusta que la noche llegue antes y con ella la complicidad de la oscuridad. me gustan las aceras cubiertas de un manto de hojas muertas que han vivido y caen al suelo para dar paso a nuevas hojas que vendrán a pintar de verde el paisaje.

Del otoño dicen que nos muestra las mejores caras de la luna; dicen que es tiempo de cosecha y tiempo de renovarse. Para mi el otoño es el tiempo de entrar en contacto conmigo mismo. Pasar de la vorágine del verano al sosiego de las tardes oscuras. Así como nacen nuevas hojas en el árbol, nacen nuevas ilusiones en nuestra vida; es el momento de empezar a darles forma. En la literatura, el otoño es la metáfora de la vejez, en nuestras vidas es el momento de esbozar nuestra renovación, de desechar las hojas muertas y dejar espacio a las verdes hojas.

Se me ocurren mil fórmulas para pasar las tardes de otoño, pero en todas ellas hay una constante: paz. Paz y tranquilidad; tiempo para pensar, para ahondar en sentimientos y emociones, para escuchar la voz que sale desde dentro y nos habla contándonos historias íntimas, personales.

Me gusta la combinación del jazz y el otoño. Los largos paseos entre la gente, entre los árboles, recorriendo las calles sin el bullicio de su predecesor el verano.

Hoy he tenido mi primera tarde de otoño y Lisa Ekdahl me ha acompañado con la dulzura de su voz, tan nórdica y rubia, pero a la vez tan cálida.

Empieza mi mejor momento. El otoño me hace fuerte.

Comparto con vosotros a Lisa... escucharla, sentirla...