miércoles, 11 de julio de 2007

CARIÑO, ME COMÍ UN ARGENTINO!


Cliché (R.A.E.)

(Del fr. cliché).
1. m. clisé (‖ de imprenta).
2. m. Tira de película fotográfica revelada, con imágenes negativas.
3. m. Lugar común, idea o expresión demasiado repetida o formularia.

Y es que el psicoanálisis es a los argentinos lo que el futbol a los españoles... una religión.

Esto no va de argentinos ni españoles, el cliché ha sido una licencia que me he tomado como un nacional de un tercer país porque es mi blog y porque hago lo que me da la gana en él.

Recordemos que este blog es sobre hombres, a propósito de hombres, y justo en una conversación con uno de ellos se me ocurrió hablar de un tema que no es la primera vez que ronda entre las arrugas de mi cerebro. Me sale la vena investigadora y lo planteo como hipótesis:

“El marigenoma (material genético del colectivo homosexual) muestra una tendencia de estos individuos a practicar el psicoanálisis de andar por casa”

Lo difícil, ahora, es probar dicha hipótesis y ante la imposibilidad de realizar un estudio experimental, basaré mis análisis en la observación y la experiencia.

Empiezo. REcuerdo que uno de los diagnósticos que recibí por parte de uno de estos “hombres de verdad convertidos en psicólogos” fue: eres un dependiente emocional y adicto al amor, los mensajes que envías a tu pareja le fortalecen y establecen una relación de dominio sobre ti; que dicho en otras palabras era un poco como que “me tiene cogida la medida y por ahí me la clava toíta”. Esto no es textual, pero más o menos era así. Recuerdo que en más de una ocasión me "encabroné" con este amigo porque detesto cuando la gente se pone el batín de psicoanalista... aunque en ocasiones y en algunas cosas tuviese algo de razón, y es que simplemente en esos momentos no lo veo.

La cosa no pasaría a mayores si esto fuese un hecho aislado, pero no. Será que hace mucho que mi círculo se compone de mayoría gay? pero yo no recuerdo que en mis tiempos de mayoría hetero las conversaciones fuesen iguales... y es que nos pasamos la vida hablando y analizando el comportamiento de nosotros mismo, pero curioso, casi siempre el tema son las relaciones. Si no me creen, observen con cuidado las situaciones en los próximos días... la otra posibilidad es que me hayan tocado todas las raras como amigas.

Habéis escuchado eso de: “yo no entiendo qué le pasa al mundo con las relaciones” ó “con lo guapo que eres y lo majo, no entiendo cómo es que no tienes novio” ó “estás solo porque quieres, seguramente eres de los que temen al compromiso”... o habéis estado en alguna de esas cátedras en la que se analiza al ausente? Yo recuerdo muchas en las que las frases son similares a: “se engaña a si mismo pues no quiere enfrentar tal cosa”, “se encuentra metido en una depresión y amargura porque no le satisface su vida, su entorno y no puede estar solo”, etc, etc, etcétera.

Así somos los “gayes”. Siempre con la psicología dale que te pego. Lo peor del caso es que contaminamos a nuestras mariliendres y hacemos de series como Sexo en Nueva York un tratado de psicología moderna en el que buscamos nuestro referente “yo soy más bien Carrie, tu eres un poco Charlote, y por supuesto, la prima es Samantha, que es la más guarra” (curioso, casi todo mundo quiere ser Samantha y no Miranda o Carrie, aunque a mí el final de Miranda me ha gustado mucho) Bueno, y qué decir de los libros que leemos, no es acaso Lucía Etxeberría un referente de la psicología mundial a partir de su renombrado (y denunciado) “ya no sufro por amor”

Luego, en ese afán de terapeuta te elaboran un diagnóstico que cuando quieren contrastarlo contigo te quedas con cara de ¿WHAT? ¿PARDON? ¡QUÉ CHINGADOS! O lo que es lo mismo “Y UNA MIERDA”.

En lo personal, no sé qué diablos trasmito a la gente que a todo mundo le da por achucharme, protegerme, llamarme en diminutivo y defenderme. Será que me proyecto como una “víctimapotencialdeabuso”? (que fue otra cosa que me dijeron, manda cojones!) o será que muestro "demasiado" mis emociones, fortalezas y debilidades? Como sea, en esta situación no hago otra cosa que disfrutar de esos mimos y por otra parte llevo mi comportamiento por donde yo considero adecuado. Quizás me estoy descubriendo, pero que me gusten los achuchones y los mimos no quiere decir que soy machacable. Podéis seguir mimándome, pero no esperéis que os haga caso en muchas cosas.

En contrapartida, creo que hay demasiada “dureza aparente” por la calle. Pareciera que es un comportamiento colectivo, “no te muestres, no dejes que penetren más allá de la corteza porque seguro que te harán daño”. Es eso? No sé, es que me da la sensación que si no expresas lo que sientes no lo vives del todo.

Aysss ahora me doy cuenta. Lo estoy haciendo. Estoy “maripsicoanalizando”!

Necesitamos más para probar la hipótesis planteada?

Comprobado: los “gayes” somos argentinos!

Besos a todos

Por cierto, un ex me dice que parezco el terapeuta de mis “exes”, espero que no sea así, que no me gusta ese rol.

Banda Sonora de este post: Víctor Algora, Paraguas, El Diluvio Universal, Viaje a San Francisco y Planes de Verano.