domingo, 16 de septiembre de 2007

VELOCIDAD MÁXIMA, NO TRASPASAR… DESCUBRIENDO LÍMITES


Un cumpleaños, una habitación con muchos cojines, siete chicos gays, comida, bebida y algunos corazones rotos, fueron el escenario ideal de la catarsis de los pensamientos.

Es entonces cuando escuchas las historias ajenas, que empiezas a ver luces y sombras de tu propia historia. Unas veces te reconoces y otras, simplemente, lo entiendes. Lo cierto es que después de tremendo recital te quedas con la música en la cabeza, con esa tonadita que te va llevando a tararear todo el día tus pensamientos, en busca de qué? no lo sé, pero ahí sigue; una cancioncita que no desaparece, que se queda programada para sonar y sonar. Y al final, frente al ordenador y con un helado de chocolate funge brownie en la mano, llego a una única conclusión: por difuso que parezca, todo tiene un límite.

Algunos de los presentes a esa reunión, entre risas y bromas, dejaron asomar cierta tristeza en sus miradas y en sus comentarios. Más de uno parecía sufrir por algún tipo de desamor; otro más me dio la sensación que no entendía del todo lo que se decía, parecía tan racional, que llegué a pensar que muchas experiencias no ha tenido. Luego, no faltan los que tienen “ese tema” resuelto, y que, aparentemente viven en una eterna luna de miel. Pero el protagonista de la reunión era un chico muy atractivo (no, no soy yo, jeje) que lleva un largo tiempo pasando por el más doloroso episodio postruptura que ha vivido.

Es por todo eso que me he preguntado por los límites en una relación. Hace unos días me declaraba un apostador de las relaciones, de jugarme hasta el alma por una relación; este chico atractivo se ha jugado la piel, y yo pienso: “ha sido demasiado” pero cierro la boca pues no creo que sea el más indicado para hablar de ello. El detalle es que, cuando apostaba por “apostar” me faltó apostillar “si, siempre y cuando la relación merezca la pena”. Y parece ser que ahí está el problema, ¿cómo podemos identificar y, además, aceptar que una relación no merece la pena?, ¿cómo puedes acallar los sentimientos que turban la mente y te emborrachan la razón? ¿dónde están los límites?

Una y otra vez este chico cometió los mismos errores, sabiendo que estaba cayendo en ellos, entonces, ¿por qué no hizo nada? ¿es el amor la excusa para disfrazar otros sentimientos que suelen esconderse y que tienen que ver contigo mismo? Hay momentos en los que me gustaría sujetarle de los hombros y agitarlo, despertarlo de ese letargo que le está costando la salud y su tiempo, pero ¿cómo puedo siquiera atreverme a decir algo si yo antes no me sacudo a mi mismo?

Voy descubriendo mis propios límites, y mi propio límite soy yo…a ver si me explico. No se trata de establecer mis límites en función de lo que hagan los demás, mis límites son mis sentimientos, mi límite es mi ánimo, mi cabeza y mi impulso, mi deseo y mi rechazo, mi risa y mi llanto, mi hambre y mi desvelo, mis ganas y mi respiración… ahí voy descubriendo que soy yo el centro de mi vida ¿quién más puede ser? y que no hay amor que sirva de excusa si no reconoces el que debes tener por ti mismo. Quisiera poder decirle eso a mi amigo, pero es que apenas lo estoy descubriendo yo.

Besos a todos y buena semana…

5 comentarios:

Jose dijo...

Lo de "mal de muchos consuelo de tontos" tiene una cierta verdad. Escuchando otras historias nos damos cuentas tanto de nuestras soluciones erroneas (quizás ni siquiera hemos visto el error hasta oirlo en voz de otro) como de nuevas posibilidades que quizás nos funcionen.

¿El desamor es una lacra hoy en día? Si, quizás esta sociedad nos obliga a estar en pareja, a ser ese uno de los más importantes objetivos vitales. Y voy deshechando la historia...


Cuando dices "Una y otra vez este chico cometió los mismos errores, sabiendo que estaba cayendo en ellos, entonces, ¿por qué no hizo nada?" me he sentido tan identificado... Amar por lo visto tiene tambien cierta vena masoquista... que es mas por el "amor propio" de yo soy capaz de superar esto...

Si la lógica y fuerza que utilizamos para el trabajo y otras cosas la utilizaramos para las relaciones, otro gallo nos cantaría.

Pero somos humanos.

Anónimo dijo...

Todos tenemos nuestros límites y como han dicho, también somos humanos, con todo lo que eso conlleva. Hay cosas de ese "somos humanos" que en parte se suplen con buenas intenciones y una voluntad coherente.

Sobre el desamor.. que decir... cuano necesité que me sacudieran los hombros o simplemente me dejaran un hombro, nadie lo hizo, por lo que te animaría a que lo hicieras, nunca se sabe cuándo puede ser tan necesario.
Hoy ha sido un día duro de trabajo y todo me da vueltas, por lo que me cuesta teorizar sobre el amor/desamor... sólo que a veces, nos cuesta tanto encontrar a alguien que podemos llegar a pensar que vale la pena, que es difícil no aferrarse a las últimas posibilidad para creerse de verdad que es otra relación fallida, que otro corazón roto y una posibilidad perdida. A veces, en según que circunstancias... cuesta mirar frente a frente a los desastres sentimentales, hasta que el naufragio llega tarde.

Me ha encantado este texto... leyéndolo, uno lee similitudes y siente que al menos no va tan solo en las impresiones.

Abrazos

Anónimo dijo...

Simplemente, me has dejado sin palabras.

Si las relaciones de pareja fueran sencillas, no serían tan apasionantes. El amor y el desamor van unidos de la mano como el oasis y el desierto. Cuan maravilloso es el oasis cuando se está enamorado y cuanta sequedad nos dejan cuando se nos parte el corazón.

Pero ya se sabe, lo bueno se hace esperar, solo hace falta tener las fuerzas suficientes para no decaer en el intento.

Un besazo enorme guapísimo!!!!

Rita Peich dijo...

dice un amigo mío y tuyo que "una vez visto, todo el mundo es listo". Pero cuando estabas contando lo de tu amigo, ese que cae una y otra vez en los mismos errores y que no se da cuenta de muchas cosas que ven los demás, la primera persona que se me ha venido a la mente has sido tú mismo, asi que debe ser un mail muy común.

Y me pongo la primera en la lista ... pero es que "semos asín" :)

Anónimo dijo...

Genial, deberias estar contento. A tu edad(XD)sigues aprendiendo sobre tus monstruos interiores (y sorprendiéndote con ellos).

(Aplausos)

¿Cómo podemos aceptar que una relación no merece la pena? pufff, mira, despues de las dos ultimas relaciones que hemos tenido tu y yo, creo que tenemos buenos referentes para saber donde marcar futuros limites... Para ello,antes de apostar por otro, uno tiene que apostar por si mismo (que es donde te sueles trabar tu, perris). Aunque si es cierto que a veces el amor (maldito es por ello) obstaculiza nuestra atención hacia otros sentimentos que necesitan ser escuchados de manera objetiva, y a veces por no hacerlo, nos ponen en más de un brete.

Supongo que todo esto puede ser resumido en esa frase que Eva y Juan escribieron y que tu y yo nos decimos tantas veces con otras palabras: " a veces te mataría, y otras en cambio te quiero comer..."


Besos pichon.

Gonzo.