sábado, 15 de marzo de 2008

TU GATITA

http://www.youtube.com/watch?v=S1uwefQf2Dw

Yo soy tu gatita, tu gatita
Así que explota como dinamita
Soy gata y araña
Aráñame el corazón

No, no va de reggaeton. Simplemente esta es la banda sonora de lo que me ha ocurrido en las últimas semanas.

Nunca me he sentido un objeto de deseo, pero últimamente si un sujeto de pecado. Me explico.

Como algunos de vosotros sabéis, hace un tiempo que volví a la vida mundana. Después de desaparecer un tiempo prudencial para lamer heridas, he retomado la senda del ligoteo. Lo primero que hice fue volver a esa página de contactos que simula una osera. El resultado tampoco es que sea excesivamente bueno, pero siempre hay gente interesante si estás dispuesto a conocerles.

Alguna cita, unas cuantas cañas o unos cafés calientes han dado algo en común: el matrimonio.

Yo no sé lo que me depara el destino, pero al menos es gracioso verme en esta situación. Después de ser el cornudo en múltiples ocasiones, ahora parece que mi sino es ser “la otra”. Un casado gay, un casado hetero y dos comprometidos –próximos al matrimonio- me han seleccionado para su despedida de soltero.

Sentido del humor y morro, es lo que hay que echarle a estas situaciones. Lo de menos es si el momento termina en cama o no; la verdad es que no soy muy hábil en ese rol, pero alguno bien merece la pena hacer el sacrificio ;)

Uno de ellos se casa dentro de unos días con su chico. Me imagino presentándome en la boda tras escuchar “existe algún impedimento para esta unión?” ahí es cuando digo “yo!!!” con un hijo en brazos y las trenzas bien ajustadas con los listones de colores, cual indígena mancillada por el señorito de la hacienda.

Os preguntaréis qué pasó con él. Bien, ese día, después de una tarde genial en el gaudeamus, terminamos cenando en Lavapiés y más calientes que una plancha de tintorería. Pero no pasó nada, bueno sí, un par de besos. Quedó la cosa pendiente para el viernes, para dormir la siesta juntos. Oh! Mala suerte, he sido atacado por un resfriado que me ha recluido en casa y ha tenido que posponerse, ante la desilusión de la otra parte, pero mi promesa de dejarlo para después, una vez consumado su matrimonio.

No entro al debate si estoy haciendo algo bien o mal. Yo no tengo el compromiso. Me hace pensar en las parejas. En esta ocasión no me ha tocado ser el “engañado” sino el objeto del engaño, y aunque no resulta doloroso ni pernicioso (cuánto oso, canicha!!) al escuchar al “infiel” es inevitable verte a ti mismo en el curro o en casa pensando que tu churri simplemente esta de fiesta, jeje.

Por todo esto, los últimos días voy cantando…

Yo soy tu gatita, tu gatita
Así que explota como dinamita
Soy gata y araña
Aráñame el corazón

http://www.youtube.com/watch?v=qLC003Ia7Go

3 comentarios:

Rita Peich dijo...

Pues siempre he opinado como tú: tú no eres el que tiene un compromiso con otra persona ni el que traiciona la confianza de nadie ... además ten en cuenta que si no eres tú, será otro (eso está CLARINETE!) ... así que tú a lo tuyo y que te quiten lo bailado!

Eso sí la teoría anteriormente descrita no es válida en caso de que te pirres por el mozo en cuestión ... porque quién quiere meter la cabeza en la boca de un lobo casado y no ser masoquista???

Besazos nocturnos, nene

Anónimo dijo...

Como bien apuntan arriba, mientras no te enganchen.... aunque, lo pienso y lo reflexiono, y hasta que uno no se vea en esa situación, yo no me sentiría capaz. Pensar que estas circunstancias de la vida son como un bumerang y vamos cambiando el rol... no sé, de pronto me he puesto a pensar en la otra persona :S

besotes varios

PD: unos tanto éxito y otros tan poco jajaja :P

Anónimo dijo...

Espero que te guste este mini-vídeo con la música de la gatita (muy literal, vaya...)